Cómo enfrentar los problemas que se resuelven

Todas las parejas experimentamos problemas en nuestra relación. Es natural, pues cuando se forma una pareja estable, se unen dos personas distintas, con opiniones, personalidades y valores propios. Por lo tanto, es altamente probable que la pareja tenga que enfrentar varias situaciones problemáticas. Sin embargo, algunos de esos problemas parecen nunca terminarse, y otros, después de un momento, logramos solucionarlos. El Dr. Gottman divide estos problemas en dos categorías, los insolubles o “perpetuos” y los “solubles”. En este artículo veremos cómo enfrentar y resolver los problemas solubles.

Los problemas solubles, generalmente son menos intensos y dolorosos que los insolubles, ya que se centran en un dilema específico, sin presencia de un conflicto subyacente. Suelen ser situacionales y no afectar otras áreas de la vida de los miembros de la pareja. No atacan características generales de personalidad del otro, sino que se centran en actos concretos. Y tal como lo dice su nombre, pueden ser resueltos por la pareja.

Aún así, los problemas solubles crean un clima de tensión y sufrimiento. Cuando los miembros de la pareja están muy enojados el uno con el otro, la validación y la escucha activa pierden su eficiencia. También está presente el peligro que estos problemas se vuelvan simbólicos para la pareja y así terminen pasando a la categoría de problemas insolubles.

A continuación, veremos algunos de los problemas solubles de mayor frecuencia en las parejas y algunas maneras de abordarlos:

El Estrés. Ambos miembros de la pareja pueden llegar estresados a casa después de un largo día laboral. Eso puede empañar la relación si ambos permiten que esa tensión se vacíe en el otro.

En ese caso, una alternativa es que cada uno se quede a solas para relajarse, y después de un rato, se junten. Así cada uno puede cuidar al otro de las tensiones de la vida diaria que nos afectan.

El Dinero. Problemas en torno a este tema se dan con mayor frecuencia en parejas que llevan poco tiempo juntas.

Una sugerencia para solucionar esto es realizar juntos una planificación financiera. Ahí habría que determinar un presupuesto, por ejemplo, para el ocio, sin poner a ninguna de las partes en una situación de sacrificio continuo (de esa forma sólo se logra aumentar los recelos sobre el dinero). Al planificar juntos los gastos disminuye la tensión emocional y además se crea una sensación de ser un equipo.

Las labores del hogar. Por lo general es la mujer la que se encarga de las labores rutinarias del hogar, y es ella la que presiona para que el otro colabore. Esto genera tensión.
Una posibilidad es hacer una distribución de las tareas entre los dos, basándose en gustos y aptitudes de cada uno, de tal forma que las tareas asignadas puedan resultar de la forma más natural posible. Las tareas debieran ser flexibles para poder aceptar el cansancio, o alguna imposibilidad real del otro y ofrecer con respeto y cariño una ayuda.

Finalmente te aconsejamos usar unos tips trasversales para resolver aquellos problemas solubles:

1. Al hablar, usa un comienzo suave, lo que te permitirá una negociación.

2. Aprende a dar y recibir los intentos de reparar de tu pareja, esto es central para que logren frenar una discusión.

3. Aprende a tranquilizarte y a tu pareja también, alterados sólo lograrán herirse.

4. Acepta la influencia del otro, busca cómo ceder un poco a las peticiones de tu pareja, si no cedes en nada la pelea (o el silencio) entre ustedes crecerá.

5. Trata de ser tolerante con los “defectos” del otro, recuerda que muchas veces son cosas muy diferentes a ti y por eso te cuesta tolerarlas.

6. Intenten lograr un acuerdo o plan conjunto para resolver el problema. Hacer esto les dará confianza en sus habilidades para resolver los futuros problemas.

Te invitamos a que cuando tengas un problema con tu pareja pruebes estos “tips”, te sorprenderás!!