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¿Cuáles son los distractores que se presentan día a día en mi relación de pareja?

En todas las relaciones de pareja existen amigos, familiares, deportes, computadores, celulares y muchas actividades que son anexas a la relación. Es importante que cada miembro de la pareja tenga actividades propias y un mundo independiente, pero también es vital detectar cuándo las actividades son tantas, que nos dejan poco espacio para dedicar tiempo y atención a la pareja, y se transforman en “distractores” que afectan la calidad de nuestra relación.

Pasar un buen momento juntos es juntarse y crear un espacio para conversar y estar, pero a pesar de lo simple que suena, muchas veces es complejo de hacer. Sentimos que la vida anda tan rápido, que hay tantos deberes y responsabilidades que cumplir. Es acá cuando los distractores comienzan a ganar terreno: llama un amigo que va a celebrar su cumpleaños, llama tu mamá que quiere hacer un almuerzo para verte, tu jefe te pide de manera ‘urgente’ cumplir con algo o alguien te escribe mensajes por el celular. Es en estos momentos cuando tenemos que preguntarnos ¿cuál es mi prioridad?, ¿cómo protejo esa prioridad? Es muy difícil sopesar en momentos como éstos, cuando los “distractores” exigen atención, pero es primordial tomar la decisión de hacerlo con el fin de proteger lo que es importante.

Pero “¿cómo lograr encontrar tiempo? ¡estoy tan ocupado!” como varios expertos han aconsejado, “es imposible encontrar tiempo. Hay que hacerse el tiempo”. Una manera práctica de hacerse el tiempo, es destinar un número de horas a la semana para hacer actividades a solas. Salir a caminar juntos, tomarse un café, sentarse en el living sin niños ni televisión son alternativas muy válidas y enriquecedoras. Es necesario separar este tiempo y poder ojala transformarlo en un hábito regular. Por ejemplo una vez al día, por una hora, o los lunes, miércoles y viernes, por media hora. Otra idea es tomar una clase juntos, por ejemplo de Yoga, baile o de Historia del siglo XX (dependiendo en sus intereses). Estas actividades no deben ser una fuente de stress, sino que acomodarse en sus calendarios de la manera en que les funcione mejor.

Nuestra pareja siempre debe estar en el primer lugar de las prioridades. Esto es porque la base y el núcleo de la armonía y paz familiar es la pareja: si nuestra relación de pareja está mal, probablemente no vamos a rendir lo suficiente en nuestro trabajo, nuestra concentración disminuirá, nuestros hijos van a estar mal, inquietos o presentarán conductas y comportamientos que nunca antes han tenido.

Cuando nos casamos o nos vamos a vivir con un otro, lo hacemos llenos de ilusión. Y si bien uno está en pareja desde hace un tiempo y ya conoce ciertos gustos y preferencias, cuando realmente se ponen a prueba las habilidades de priorizar es cuando se convive. Poner a la pareja en prioridad significa aprender a destinar tiempo para conectarse con ella, y tener espacios para cultivar el afecto y la admiración. Debemos buscar instancias para pasar tiempo juntos y, lo más importante, es que este tiempo sea de calidad, para los dos, sin los distractores que tenemos habitualmente. ¿Cuáles son los distractores que frecuentemente tienes con tu pareja? ¿Qué esfuerzos pueden hacer para disminuirlos? Es fundamental que te hagas estas preguntas para mantener tu relación saludable.

“El matrimonio debe luchar constantemente contra un monstruo que lo devora todo: la rutina”
Honore Balzac