Artículos

Nuestra biología también define cómo amamos: Los constructores.

Todos sabemos que la personalidad se forma entre la genética y las experiencias de vida, pero solemos olvidar cuan predominantes pueden ser los factores biológicos en nuestra conducta. ¿Sabías por ejemplo que puedes estar biológicamente predispuesto para ser una persona más bien tradicional y apegada a las costumbres? ¿Y que este tipo de personas también están más predispuestas a ser leales, cautelosas y respetuosas con la autoridad?

Lo anterior está descrito por la antropóloga Helen Fisher, quien lleva décadas estudiando cómo la biología afecta el amor. Ella ha descrito que en algunas personas existe una marcada presencia de un neurotransmisor denominado Serotonina, el cual se encuentra en el cerebro de todas las personas, pero en algunas con mayor fuerza. Ella denomina a este tipo de personas  Los Constructores.

¿Cómo reconocer a un constructor en el amor?

En el amor el constructor es un amor sólido, alguien predominantemente estable en quien se puede confiar. Una persona de palabra, protector/a, comprometido/a, que está ahí para el otro si éste lo necesita, puede ser un muy bueno amigo/a, escucha respetuosamente, guarda los secretos y es leal. Por lo mismo suelen ser bastante fieles. Preocupado/a de la familia y las tradiciones familiares, considera importante celebrar navidad, cumpleaños o aniversarios. Son muy hábiles con las personas y esto les permite leer fácilmente al otro y darse cuenta de cómo el otro está. Socialmente tienen bastante “tacto” y como son calmados y confiados en sí mismos, suelen mantener la compostura. Son modestos y no alardean de sus éxitos.

En su aspecto negativo los constructores pueden ser rígidos, controladores y cerrados de mente dado que les cuesta salirse de su manera de hacer las cosas. Al ser el deber una prioridad a veces se sobrecargan y les puede costar disfrutar. También el exceso de tacto los puede llevar a ser personas poco espontáneas. Les cuesta abrirse emocionalmente. Por otro lado, como corren pocos riesgos y no se atreven a trasgredir pueden ser poco creativos o innovadores. Tampoco son muy sexuales, no creen que el sexo es esencial para una buena relación de pareja, lo disfrutan, pero no es lo más importante.

¿Conoces a alguien Constructor? ¿Eres tú una persona de estas características? ¿Has sido pareja de alguien así?

Si eres un Constructor o Constructora te daremos algunos consejos que te servirán en el amor:

  1. No dejes que tu necesidad de orden o de planificar te impida probar nuevas cosas con la persona que amas. Cambia la rutina, flexibilízate, arriésgate a hacer algo loco y espontáneo.

  2. Cultiva momentos a solas con tu pareja, a veces puedes sentirte muy atraído a estar en eventos sociales, pero es necesario también estar solos para tener una conversación cercana o un momento íntimo entre ustedes dos.

  3. No permitas que te presionen a tener sexo si aún no es tu momento. La persona correcta respetará tus límites. Y cuando esa persona haya llegado, ten una vida sexual activa, eso te ayudará a mantenerte interesada/o en la sexualidad.

  4. La modestia puede ser encantadora pero a veces puedes ser demasiado humilde respecto de tus logros. Cuéntale al otro aquello de lo cual estás orgullosa/o, compartirás una parte importante de tu intimidad.

  5. No todos son tan ordenados como tú, debes estar consciente de tu perfeccionismo. Cuídate de criticar a tu pareja porque no hace las cosas a tu manera, o de estar corrigiéndolo/a.

  6. Ser protector/a es genial, cuidado con que eso te lleve a ser sobre protectora/o, esa “proactividad”  puede ahogar al otro.

  7. Gasta más dinero, disfruta más, viaja, date un gusto “irresponsable”,  la vida puede ser demasiado corta y sin darte cuenta puedes encontrarte con que “ya pasó la vieja” para hacer mucho de lo que soñaste.

  8. Arriésgate, la vida te puede sorprender.
“El matrimonio es una barca que lleva a dos personas en un mar tormentoso; si uno de los dos hace algún movimiento brusco, la barca se hunde”
Tolstoi