Amanda y Bastián
¡¿Por qué no me entiendes?!
Un día cualquiera en la casa de Amanda y Bastián se comienzan a preparar para comer e irse a dormir.
Amanda: Bastiaaan me puedes ayudar a darle comida a los niños y bañarlos por favor? Estoy en la cocina preparando la comida. ¿En qué estás tú?... Niños bajen!
Mientras tanto Bastián piensa y se pregunta así mismo…
“¿Cómo la Amanda no cacha que estoy cansado, que he trabajado todo el día y ella sólo ha estado en la casa con los niños?”
Y luego le contesta…
Bastian: Amanda ahora no por favor, quiero descansar, encárgate tú, además yo no sé cómo hacerlo.
Amanda va donde se encuentra Bastián y le habla muy enojada.
Amanda: Bastián ¡cómo me puedes decir que estás cansado, que me encargue yo y que no sabes cómo hacerlo! ¿Tú crees que yo no estoy cansada? He estado todo el día con los niños, llevándolos para todos lados, haciendo tareas, jugando para entretenerlos...más encima tuve que ir al supermercado y llevar a Bastioncito al doctor… ¿Crees que eso es no hacer nada? Y ahora más encima no eres capaz de tratar de ayudarme, de aprender a hacer las cosas y ser un padre presente... ¿Cómo no puedes entenderme ni ayudarme en algo?
Bastian: Amanda no sigas por favor, no entiendes nada... estoy reventado, el trabajo está muy duro, la situación está muy difícil, te lo he explicado… mañana tengo que estar temprano en una reunión, por favor entiéndeme tú…
Amanda: Pero Bastián ¿cómo no me entiendes?! Yo también estoy reventada porque el trabajo que tengo con los niños no es fácil! ¿Cómo no me puedes entender y ayudar un poco? Tu familia debería ser tu prioridad y no tu trabajo… Tú eres el padre y te siento súper ausente... Me siento muy sola en esto… (Llora)
Bastián piensa…. “No puedo creer otra vez lo mismo. Me carga que llore, que se victimice, hasta cuando… es como si no viera nada de lo que yo hago… me angustia mucho esto, nunca es suficiente…” Bastián termina acercándose a los niños, pero sin entrar en mayor contacto con Amanda.
Amanda piensa mientras llora… “No puedo creer que me diga que está cansado y que la pega es más importante que sus hijos… Entiendo que tiene que trabajar y que tiene reuniones importantes, pero no me ayuda en nada y para mí la familia es más importante que todo! Y además, sólo porque estoy en la casa cree que no hago nada o que estoy de vacaciones… Qué daría yo por tener más tiempo para trabajar o tener momentos sólo para mí… Siento impotencia y mucha pena! Es lógico que lo aburro porque mis temas son demasiado fomes para él… papa, guagua, llantos, doctores, plaza, nana… ¿Qué hago?! No quiero sentirme así…
“Preguntar, escuchar y acordar: Tres claves para una adecuada resolución”
Finalmente, luego de unas horas los niños están durmiendo y la tranquilidad parece invitar a Bastián y Amanda a repensar lo ocurrido.
Bastián piensa… “No me gusta estar así con la Amanda, distanciado, sin hablar, fríos…
Bastián decide sin expectativa y sin mayor objetivo acercarse a Amanda.
Amanda: No sé si logremos solucionar lo que nos pasa Bastián… Sólo sé que me siento sola, cansada y que no me entiendes… Tal vez yo tampoco te entiendo a ti, no sé qué te pasa, ni cuán importante es tu reunión de mañana, ni cuán cansado estás... Si me lo explicaras bien quizás lograría entender tu posición, pero siento que sólo recibo negativas y rechazo a lo que te pido... y no sabes la rabia e impotencia que me da...
Bastián: Amanda ¿sabes? nuevamente me pasó lo que me pasa siempre... sé que mi cansancio parece falta de interés por ayudar... no es así, nunca es mi intención que sea así... pero siempre caigo en el error de no poder decírtelo y sé que por eso con razón te enojas.
Amanda llora... Y Bastián la abraza.
Amanda: Porqué no me habías dicho esto antes? Pensaba que me estaba volviendo loca o una mujer exigente contigo... Gracias por decirme esto, me tranquiliza mucho que me digas que tu intención es ayudarme...
Bastián:Es sólo cansancio Amanda, es sólo cansancio... Quizás, así como tu esperas comprensión y ayuda de mí, yo espero lo mismo de ti, pero creo que ya no podemos suponer más eso, lo tenemos que decir para que sea más claro y no lo interpretemos más, eso nos hace muy mal...
Amanda: Sí, la verdad es que siempre "suponemos" cosas del otro y nunca nos preguntamos cómo estamos, qué pensamos o sentimos... no nos hablamos claramente... Así que Bastián porfa, aprovecho de pedirte que si alguna vez no puedes ayudarme por algo importante me lo digas, me expliques bien por qué no puedes estar disponible, y así es muy probable que yo entienda... y ojalá también me ofrezcas algo a cambio, por ejemplo que me digas “ahora no puedo pero mañana te prometo que llego más temprano y yo me hago cargo de los niños”. Creo que eso nos ayudaría a comunicarnos y a llegar a "acuerdos" con respecto al trabajo con los niños, y por sobre todo a sentir que tienes ganas de ayudarme y que en esto no estoy sola... ¿Qué opinas?
Bastián: Tienes razón Amanda, sé que muchas veces no te cuento como estoy...Sólo es que a veces espero que sola te des cuenta… pero veo que eso es un error… Definitivamente no podemos suponer o interpretar las intenciones del otro... Sólo te pido que si alguna vez no nos estamos contando lo que nos pasa nos preguntemos y escuchemos, de forma de tener una posibilidad de acercarnos y entendernos…