Para evitar que la conversación se transforme en otra cosa, lo primero que tienes que hacer es calmarte. Si están demasiado enojados es mejor esperar que ambos se tranquilicen, y continuar conversando en otro momento.
Consideren que el objetivo de una discusión:
No es determinar quién tiene la razón, sino aceptar que cada uno tiene su propia razón.
No es necesariamente resolver los problemas, sino saber lo que cada uno de ustedes piensa y siente.
No es estar de acuerdo a cómo de lugar, sino saber que cada uno puede expresar lo que piensa sin temor a ser rechazado.
“Uno de los daños más grandes que se les ha hecho a las parejas es la idea de que se debe ser uno.” Sylvia Campos